Método
Hemos desarrollado nuestro propio método de trabajo en base a la experiencia y la innovación acumulada durante años. El Método Fabrika con el que trabajamos se compone de 6 ingredientes principales:
La mirada sistémica de la organización.
Contemplamos la empresa como un sistema interconectado, formado por partes diferenciadas que se coordinan y relacionan entre sí para generar los resultados deseados. Se trata de un sistema social vivo y complejo en el que cualquier acción sobre una parte afecta a las demás, teniendo que considerar siempre una mirada global de todo el conjunto.
La importancia de lo informal que no se ve.
Nuestra atención está normalmente dirigida a las estructuras y procesos formales definidos en toda organización. Pero existen otros aspectos informales que no se ven pero que emergen en paralelo, determinando el grado de éxito de cualquier actuación. Hablamos por ejemplo de la distribución de roles, afinidad, estatus y poder.
Diferenciar los planos persona / equipo / organización.
La unidad básica de intervención en los procesos de transformación cultural es el equipo, ya que podemos trabajar con la totalidad del mismo. Nos interesa cómo piensa, cómo escucha, cómo decide,...el equipo. A través de su transformación se produce también la transformación individual de cada una de sus personas. Y en base a su capacidad de amplificación en el tiempo genera una transformación de la cultura colectiva de toda la organización.
Diseñar las fases del proceso de cambio realizando también trabajo no presencial.
Es fundamental diseñar bien todas las fases de un proceso de cambio: toma de conciencia, motivación, adquisición de nuevos conocimientos, desarrollo de nuevas prácticas y refuerzo en el tiempo. Y apoyarse en el trabajo no presencial como herramienta para sostener el avance, interiorizar los aprendizajes y optimizar el uso del tiempo.
Liderazgo para integrar las diferencias, preservando la cohesión del grupo.
El liderazgo debe proporcionar espacios seguros para la diversidad donde se pueda pensar, expresarse y actuar diferente. Y preservar al mismo tiempo los objetivos comunes, la cohesión y el sentido de pertenencia del grupo.
La transformación cultural como un viaje de largo recorrido.
Transformar la cultura de una empresa no ocurre de un día para otro, sino que es un viaje de largo recorrido que quizás nunca termine. Cada empresa debe encontrar el ritmo más adecuado para descubrir e interiorizar sus nuevas maneras de hacer y relacionarse, ganando a su vez mayor autonomía durante todo el proceso.